miércoles, 14 de marzo de 2012


En el 200 aniversario de la Constitución de Cádiz

¡VIVA LA PEPA!!!!

En 1810, en un territorio nacional ocupado en gran parte por el ejército francés, Napoleón había nombrado rey de España y de las Indias a su hermano José Bonaparte, conocido popularmente como “Pepe Botella”. El 4 de febrero de ese mismo año el ejército francés llega a las puertas de Cádiz; viene pisando los talones a las tropas españolas del duque de Alburquerque que, tras una penosa marcha a contrarreloj, logra entrar en la plaza antes que los soldados napoleónicos, consiguiendo reforzar la guarnición de Cádiz con sus hombres. 

 A partir de este instante y hasta el 25 de agosto de 1812 Cádiz sufrirá un asedio muy diferente a los efectuados a otras ciudades españolas durante la Guerra de la Independencia. La peculiar situación de la población gaditana hace muy difícil su ataque, obligando a los franceses a bombardear la ciudad desde una posición alejada, limitando el efecto de los disparos, que serán motivo de mofa por parte de la población gaditana con canciones populares. También al tener una puerta abierta hacia el mar se mitigan los efectos del asedio, siendo la población abastecida y recibiendo refuerzos por esta vía.  

En estos días, acudiendo al llamamiento de la Junta Central de 1809, se reunieron las Cortes en esta plaza con diputados procedentes tanto de la península como de las colonias, para responder a la situación de crisis generada por la abdicación en Bayona de la monarquía borbónica española. 

Así, en el Cádiz de 1810, se formó una asamblea parlamentaria que, aunque tenía sus orígenes en las Cortes de carácter feudal, estaba fuertemente influenciada por las ideas de la revolución francesa de 1789 así como por la independencia de EE.UU. que, librándose del colonialismo inglés, había aprobado una constitución republicana. Las nuevas ideas de libertad se propagaban por doquier y España no sería una excepción.

El 19 de Marzo de 1812, festividad de San José, las Cortes reunidas en un Cádiz cercado por las tropas napoleónicas, aprueban la primera Constitución Española que este año se celebra su 200 aniversario.

La elaboración de esta Constitución supuso un gran cambio y fue, propiamente, una revolución española que desmanteló, prácticamente, las instituciones tradicionales que habían sido el sostén de la monarquía absoluta. La Constitución se proclamó en nombre de un ausente Fernando VII retenido en Bayona. Para la época, fue un texto realmente revolucionario que en su artículo segundo introducía el concepto de nación, otorgando la propiedad de ésta a los ciudadanos:La Nación Española es libre e independiente, y no puede ser patrimonio de ninguna persona o familia”. 

En el texto se recogían, además, otros conceptos como la igualdad de los ciudadanos ante la ley, la libertad de imprenta para la difusión de ideas y, de forma explícita, acababa con la monarquía absoluta creando una cámara que se elegía por sufragio universal, todo ello bajo un régimen de monarquía parlamentaria que afectaba a todos los territorios bajo el dominio de la Corona Española. 

Esta corta etapa finalizó cuando Fernando VII, el rey más traidor, cínico y felón que nunca han tenido los Borbones regresó a España y el 4 de Mayo de 1814 abolió la Constitución. Previamente, los absolutistas habían publicado “El manifiesto de los persas” en el que se decía: “La monarquía absoluta… es una obra de la razón y de la inteligencia...” Así, el Rey apoyado por los conservadores dio un golpe de Estado que sorprendió a los liberales. Los príncipes y los privilegiados habían descubierto que la Ilustración era la causa de su pérdida de poder y necesitaban desprestigiar la Constitución vigente. Se divulgó, de este modo, la expresión Viva la Pepa, apodo despectivo introducido por los absolutistas en un juego de palabras que hacía referencia a la fecha de la proclamación pero también al concepto de desorden social. Tenían que acabar con ella y así lo hicieron. Muchos diputados liberales fueron encausados y perseguidos como traidores “afrancesados”. 

No será hasta el 1 de enero de 1820 cuando el teniente coronel Rafael del Riego, que mandaba el batallón de Asturias, proclama en Cabezas de San Juan (Sevilla) la Constitución de Cádiz, procediendo al restablecimiento de las autoridades constitucionales. Este hecho provocó una serie de levantamientos que obligó al felón, el 7 de Marzo de este mismo año,  a jurar la constitución de 1812.  Este período que se abre durará poco ya que, con la intervención de las monarquías europeas, se restablece de nuevo  la monarquía absoluta de Fernando VII.  En la mañana del día 7 de noviembre de 1823, el general Riego fue ajusticiado en la plaza de la Cebada de Madrid. Con él se ajusticiaba a la Constitución de Cádiz y a la libertad.

                                                                     ¡Viva la Pepa!

Ramon Martos

Historiador

                                                                                   ramonmartos.blogspot.com