En
el 200 aniversario de la Constitución de Cádiz
¡VIVA
LA PEPA!!!!
En 1810, en un territorio nacional ocupado en gran parte por el ejército
francés, Napoleón había nombrado rey de España y de las Indias a su hermano
José Bonaparte, conocido popularmente como “Pepe Botella”. El 4 de febrero de ese
mismo año el ejército francés llega a las puertas de Cádiz; viene pisando los
talones a las tropas españolas del duque de Alburquerque que, tras una penosa
marcha a contrarreloj, logra entrar en la plaza antes que los soldados
napoleónicos, consiguiendo reforzar la guarnición de Cádiz con sus hombres.
A partir de este instante y hasta el
25 de agosto de 1812 Cádiz sufrirá un asedio muy diferente a los efectuados a
otras ciudades españolas durante la Guerra de la Independencia. La peculiar
situación de la población gaditana hace muy difícil su ataque, obligando a los
franceses a bombardear la ciudad desde una posición alejada, limitando el
efecto de los disparos, que serán motivo de mofa por parte de la población
gaditana con canciones populares. También al tener una puerta abierta hacia el
mar se mitigan los efectos del asedio, siendo la población abastecida y
recibiendo refuerzos por esta vía.
En estos días, acudiendo al llamamiento de la Junta Central de 1809, se
reunieron las Cortes en esta plaza con diputados procedentes tanto de la
península como de las colonias, para responder a la situación de crisis
generada por la abdicación en Bayona de la monarquía borbónica española.
Así, en el Cádiz de 1810, se formó una asamblea parlamentaria que, aunque
tenía sus orígenes en las Cortes de carácter feudal, estaba fuertemente
influenciada por las ideas de la revolución francesa de 1789 así como por la
independencia de EE.UU. que, librándose del colonialismo inglés, había aprobado
una constitución republicana. Las nuevas ideas de libertad se propagaban por
doquier y España no sería una excepción.
El 19 de Marzo de 1812, festividad de San José, las Cortes reunidas en un
Cádiz cercado por las tropas napoleónicas, aprueban la primera Constitución
Española que este año se celebra su 200 aniversario.
La elaboración de
esta Constitución supuso un gran cambio y fue, propiamente, una revolución española
que desmanteló, prácticamente, las instituciones tradicionales que habían sido
el sostén de la monarquía absoluta. La Constitución se proclamó en nombre de un
ausente Fernando VII retenido en Bayona. Para la época, fue un texto realmente
revolucionario que en su artículo segundo introducía el concepto de nación,
otorgando la propiedad de ésta a los ciudadanos: “La Nación
Española es libre e independiente, y no puede ser patrimonio de ninguna persona
o familia”.
En el texto se recogían, además, otros conceptos como la
igualdad de los ciudadanos ante la ley, la libertad de imprenta para la
difusión de ideas y, de forma explícita, acababa con la monarquía absoluta
creando una cámara que se elegía por sufragio universal, todo ello bajo un
régimen de monarquía parlamentaria que afectaba a todos los territorios bajo el
dominio de la Corona Española.
Esta corta etapa finalizó cuando Fernando VII, el rey más
traidor, cínico y felón que nunca han tenido los Borbones regresó a España y el
4 de Mayo de 1814 abolió la Constitución. Previamente, los absolutistas habían
publicado “El manifiesto de los persas” en el que se decía: “La monarquía absoluta… es una obra de la
razón y de la inteligencia...” Así, el Rey apoyado por los conservadores
dio un golpe de Estado que sorprendió a los liberales. Los príncipes y los
privilegiados habían descubierto que la Ilustración era la causa de su pérdida
de poder y necesitaban desprestigiar la Constitución vigente. Se divulgó, de
este modo, la expresión Viva la Pepa, apodo despectivo introducido por los
absolutistas en un juego de palabras que hacía referencia a la fecha de la
proclamación pero también al concepto de desorden social. Tenían que acabar con
ella y así lo hicieron. Muchos diputados liberales fueron encausados y
perseguidos como traidores “afrancesados”.
No será hasta el 1 de enero de 1820 cuando el teniente
coronel Rafael del Riego, que mandaba el batallón de Asturias, proclama en
Cabezas de San Juan (Sevilla) la Constitución de Cádiz, procediendo al
restablecimiento de las autoridades constitucionales. Este hecho provocó una
serie de levantamientos que obligó al felón, el 7 de Marzo de este mismo año, a jurar la constitución de 1812. Este período que se abre durará poco ya que,
con la intervención de las monarquías europeas, se restablece de nuevo la monarquía absoluta de Fernando VII. En la mañana del día 7 de noviembre de 1823,
el general Riego fue ajusticiado en la plaza de la Cebada de Madrid. Con él se ajusticiaba a la
Constitución de Cádiz y a la libertad.
Ramon Martos
Historiador
ramonmartos.blogspot.com
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