Hoy es…mañana
El Parlamento de Catalunya ha dado el primer paso para hacer
efectivo el derecho a decidir de los
ciudadanos i ciudadanas del país sobre si quieren seguir formando parte del
Estado Español o, por el contrario, prefieren una República Catalana. Este
planteamiento aparece en un marco de crisis económica que cada día aboca a más
personas y familias a la ruina económica.
Conjugar el derecho a decidir con las necesidades reales y diarias
de la ciudadanía es una tarea que no se
puede obviar. Para muchas personas el mañana se vive hoy y no abordarlo podría conllevar
un fuerte distanciamiento de gran parte de la población que vería el derecho a
decidir como algo lejano e intangible.
Mañana sigue siendo hoy para una gran mayoría de personas,
las que sufren directamente esta crisis.
Hoy es mañana para todas las personas y familias
que han sido o van a ser desahuciadas de sus casas.
Hoy es mañana para todos los parados que, habiendo
agotado las ayudas, no tienen ninguna perspectiva de trabajo (a lo largo de
2012 en Catalunya se han estado perdiendo diariamente 535 empleos).
Hoy es mañana para una amplia mayoría de jóvenes
que no tiene ningún futuro en esta situación.
Hoy es mañana para los que necesitan sus ahorros y
los tienen bloqueados en las preferentes.
Hoy es mañana para aquellas personas que, independientemente
de su condición social, están en lista de espera en la sanidad pública y tienen
derecho a la salud y a una calidad de vida digna.
Hoy es mañana para aquellos estudiantes procedentes
de familias con ingresos modestos y que tienen dificultades para acceder a la
Universidad debido al aumento de tasas y al recorte de las ayudas.
Hoy es mañana para todos aquellos que llevan años
cotizando a la Seguridad Social y ven como sus pensiones corren peligro de
menguar mientras su jubilación llega mucho más tarde de los 65 años.
Hoy es mañana para aquellos emprendedores, autónomos o empresarios a los que se les niega
la financiación o se les pone condiciones onerosas para tirar adelante sus proyectos.
Hoy es mañana… Cuarenta años de dictadura y treinta
y cinco de nuevos ricos dan como resultado un bajo nivel de cultura política (según
declaraciones de Itziar Gonzalez Virós, exconcejala del PSC de Barcelona, cuya
oposición a la construcción del hotel del Palau de la Música le comportó
amenazas de muerte y su dimisión, con un soporte irrisorio de sus compañeros
socialistas, mientras Millet se fuma un puro).
La mala política elimina las expectativas de una vida digna.
Movilizaciones como las de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas, han
conseguido poner el tema en la agenda del país, movilizaciones como las de la
sanidad de Madrid o la de los afectados por las preferentes hacen que pasen de
ser víctimas (que lo son) a sujetos activos ante una injusticia o robo.
Implicarse y exigir más democracia y más consultas, enfrentarse,
en una palabra, a las oligarquías económicas o políticas, éste es el verdadero
combate.
En ningún caso las necesidades básicas pueden ir desligadas o
no ser atendidas por aquellas fuerzas políticas que, recogiendo el sentimiento
de un amplio sector ciudadano expresado el pasado 11 de Setiembre, han
propuesto que la población exprese su voluntad respecto a la independencia de
Catalunya del Estado Español.
Que este derecho a decidir se entienda también como una mayor
participación de los verdaderos agentes de la democracia: las personas. La
posible República Catalana debe trabajar, ya desde su inicio, para corregir los
males que nos aquejan.
Ramon
Martos
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